lunes, 14 de abril de 2008

ESPEJISMO


He vuelto a mirar tu sonrisa
como el niño descubre el vuelo de un pájaro alegre,
y he contemplado la grandeza de tus labios rojos en una tarde apacible
como un recuerdo de tiempos sagrados, como una imagen detenida en el tiempo.

He sentido tu calor de madre tierra
como la garza siente el aire tibio sobre su pecho rosa
como la arena siente el presentimiento de la espuma blanca
mientras la luna asoma su nocturnal presencia en las noches de solitaria esencia.

He sentido de nuevo las formas perfectas de tu cuerpo
y he tomado con mis manos lo poco que ha sobrado para mí
sin que eso signifique que te has ido, sin que signifique que aún estás,
sin que el cuerpo sienta que te extraña en los días oscuros de maldad.

Pero hoy también he visto el espejismo de nuestro amor etéreo
tan cobarde para no revelarse ante el infinito deseo
tan efímero para no vivir un día más en nuestro océano
tan eterno que no logra morirse sin más.