LA CULPA LA TIENES TÚ

Fuiste tú la que llenó el espacio
con tus alegrías y tus temblores de mujer
al abrir los ojos y al cerrarlos
como quien hace la luz con un suspiro
como quien crea el universo con la mente.

Tú fuiste la culpable de que mis viejos huesos
y mis viejas venas florecieran como brazos de primavera
la que al cerrar la puerta abría el corazón de la selva.

Fuiste tú con los días de soles incandecentes
con la figura de líneas perfectas
la que en un sueño te develas
y los artistas dan la vida por quitar tus caretas.

Tú fuiste la culpable de que mis ríos renacieran
que las palabras confluyan como sangre por las venas
que los ojos se hayan llenado de ti
y las manos se volvieran locas por tus carreteras.

Fuiste tú, y no queda más que decirlo
fuiste tú con tus luces de luciérnaga
con la calma de los mares sin tormenta,
con el vaivén de tus caderas.

LUNA LLENA

A veces cuando el panorama es completamente oscuro,
un rayo surca el cielo para decirte que estás vivo,
que las cosas aparecen y desaparecen en nuestra mente
y no debemos forzar el final.

A veces cuando los recuerdos se llenan de llanto
y sólo tienes los brazos de la soledad,
una rosa se abre ante tus ojos y te dice
que los campos siempre están fértiles.

A veces cuando tu recuerdo es tan vago
como los recuerdos de borracheras interminables,
una momento lúcido nos enseña que al terminar el día
y comenzar la noche, siempre habrá una luna llena
que lo salve todo.

COMO TÚ

Quizás fue un sueño que tomó vida y creció,
quizás hice algo verdaderamente importante en otra vida,
o tal vez lo dioses me premiaron,
pero quería a alguien exactamente como tú.

Quizás una noche un ángel escuchó mi llanto,
quizás mi mente te pensó un día afortunado,
o tal ves mis lágimas germinaron en el lago,
pero quería a alguien exactamente como tú.

No sé lo que habré hecho, no sé si fue un mago,
pero la fortuna de un rey me fue dado,
la mañana en que las estrellas se conjuntaron
supe que quería a alguien exactamente como tú.

DIOSA

Como noche y día a la vez has explorado mis campiñas
te derrites como glaciar eterno e inexplorable
sueños de eterna luz te has edificado
como la melodía de un músico en días de tormenta.

Tu piel, recuerdos de soles eternos
se ha quedado impregnada en los poros abiertos del alma
y los silencios se han convertido en sinfonías magnas
que dan a los hombres alegrías sin merecerlo.

!Oh Diosa de eternos placeres!, sueña en los lugares
que te han purificado, y manda con la luz de tu sonrisa
las gotas sabias que expíen mi alma, como la iniciación
de un ritual pagano, como oración que salva.

¿Cómo?

¿Cómo llegaste a mí?
Fue como el leve cantar de una ave que se postra con cuidado en el borde de la ventana.
Tan suave e imperceptible como la lluvia en primavera.
Como pequeños brotes de violetas en una noche desértica,
con toques de luz de estrellas y luciérnagas marineras.

¿Cómo llegaste a mi?
Fue con el tenue resplandor de un sol sobre la pradera,
sin sonidos estruendosos que a las almas distrajeran,
sólo con tu hermosa presencia en noches de adolecencia,
como la playa siente la llegada de la maréa.

¿Cómo llegaste a mí?
Fue desde el principio del tiempo, mucho antes de que naciera,
con el anuncio de mil ángeles y señales en la tierra,
como se anuncia en las profesías la llegada de una nueva era,
como llega ahora el recuerdo de tus días antes de que te fueras.

FOTOGRAFÍA

¿Qué pensarán esos dos que aún se abrazan en la foto?
¿Sabrán que dentro de algunos meses ya no querrán verse?
¿Se imaginarán que un día no podrán ni tocarse?
¿O en ese rectángulo que los limita aún son felices..?