UN SIMPLE ESPECTADOR

¿Qué hacer cuando la razón ha sido secuestrada por la locura?
¿Qué se puede decir cuando todos los caminos han sido cerrados por manos invisibles que evitan el paso?
Imposible seguir luchando cuando el enemigo no es de este mundo físico, no se puede tocar y domina los cuerpos, la palabras y la mente.
Hay días que un pequeño rayo de luz nos invita a levantarnos pero qué se puede hacer cuando el guión ya ha sido escrito y reescrito cientos de veces. Acaso sólo queda lamentarse una vez más por no ser capaz de mover las montañas y desaparecer las tormentas.
A veces no queda más que ser un simple espectador y ver como el universo nos enseña que no podemos dar nada por hecho, que cada célula, molécula y átomo de este espacio se mueve constantemente. Y que nuestros deseos e ilusiones no son más que un dolor latente que se manifiesta en el momento en que nos topamos de frente con la realidad.