miércoles, 3 de abril de 2013

Nuestra Fiesta

El vestíbulo ha quedado vacío,
los últimos invitados se fueron hace unos minutos,
sólo quedan vasos medio vacíos, botellas tiradas sobre la alfombra roja,
restos de felicidad que ya quedó olvidada.

Nos hemos quedado solos, infinitamente solos, pero juntos,
te miro y la sangre galopa dentro de un torrente de deseos,
te has quitado los tacones rojos que no he dejado de imaginar toda la noche.

Te quedas parada en medio del pasillo que lleva a nuestra habitación,
tu cabello revuelto te hace ver más grande de lo que en realidad eres,
los miedos que te persiguen se han alejado para siempre.

Entonces me miras directamente a los ojos y todo desaparece,
ya no hay amigos, ni botellas de licor, ni cigarrillos, ni nada.
Estamos frente a frente en un pasillo de un piso en una ciudad extraña.
Te ríes casi imperceptible, con esa mueca de quien conoce los mecanismos
que mueven al mundo. Estoy desarmado.

Camino directamente hacia ti como un felino que ha elegido a su presa.
Todo ha desaparecido alrededor, las luces de las estrellas se apagan,
las botellas y los vasos están vacíos,
el silencio de la noche cubre todo con su magia,
la humanidad ha dejado de existir.

Se acabó la fiesta, nuestra noche apenas comienza...

No hay comentarios.: