martes, 22 de enero de 2008
El DIA
El último día, el día en que te vea por última vez
compraré mil rosas para adornar tu recuerdo,
caminaré hasta tu casa y pasaré por las calles
que me vieron pasar con sonrisas y que me vieron
la ilusión en los ojos, los ojos que te extrañan como a nadie.
El último día en que te vea, ese día fatal de mi destino,
iré a la vieja iglesia donde le pedí a dios tu amor y
me incaré en primera fila para llorar el fin
y pedir que tus sueños sean felices y pedir que las aves
te acompañen hasta el campo de la gloria.
Ese día sin noche moribunda, esas horas sin minutos
regresaré a verte, y buscaré tus ojos como mares
y miraré en tu alma mi camino y tomaré tus manos con las mías
y dire te quiero, aquí estoy, no te vayas, y me quedaré en
el silencio sepulcral.
Ese último día en que te vea, te abrazaré con fuerza y locura,
y me quedaré en tus brazos para siempre,
y dejaré mi corazón en el tuyo y mi alma en tu alma,
y cuando al fin la fuerza del destino nos separe
daré media vuelta y caminaré directo al sol.
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