Para ti, que enriqueciste mi gusto por las letras...
Hoy, las manos de poeta
langidecen sobre el sepulcro
de marmol frío.
Nunca más tus labios
pronunciarán las frases
que mueven corazones.
El viejo juglar se ha dormido
en sueños de pálidas voces
como poseído por sirenas infames.
!Oh, poeta. Tu canto se ha detenido,
pero el legado de tus letras
permanecerá en el corazón de quien nos sigue
para decifrar los misterios
de las galaxias lejanas.
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