martes, 5 de agosto de 2008

TU GALAXIA


Cuando vivías en esta galaxia, el sol alimentaba los campos,
se decía que los ríos eran sueños de alegres princesas
donde la luz de los campos floridos agitaban el espacio.

En ese espacio bendecido brillaban tus ojos de luciérnaga encendida
y los eruditos se estremecían bajo la sombra de las montañan nevadas,
refugio de almas puras y castas, bloque de rocas de escencia mágica.

Sin embargo aquella noche en que los otros seres de luz te reclamaron,
las lunas de blanca espuma se durmieron en sus bandejas plateadas
y los hombres que te adoraron, con los ojos te siguieron recordando.

Madejas de recuerdos sin destino, árboles arremolinados,
conejos sin piel te decifraron, como una piedra sagrada.
Con conchas te vistieron en la playa, con agua bendita te bañaron.

La noche en que te fuiste se guardó para hacerle compañía a la trsiteza,
y en los balcones de las novias sin altar, se quedó la noche sin estrellas
para recordarle a las luciérnagas que nada brilla más que tu alegría.

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