Siento que la soledad me pone loco,
que la ausencia de ti me está matando
que las horas sin piel no duran poco
y que la sonrisa tuya esta acabando.
Pero me siento fuerte en la derrota
como un caballo fino ya domado
con una pata encima de la roca
y la otra que duele estando rota.
Siento que la cobardía se termina
entre estertores largos de la muerte
para cruxificar a quien me mira
para no llorar ante esta suerte.
¿Cómo le pongo freno a tanta burla?
¿qué debo hacer de cúmulos de tierra?
Tal vez un circo extraño de mi ruta
tal vez mi sepulcro allá en la sierra.
Hoy vuelvo a pasar las mismas calles
calles sin nombre de mis soledades
lugar de muertos tristes de arrabales
lugar donde descansan ya mis mares.
El día que le diga adiós a la amargura
a tantos días marcados por la pena
podré disfrutar plena la aventura
de estar transitando en esta vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario