miércoles, 20 de febrero de 2008

OPORTUNIDAD


Si hubieras sabido cómo despertabas mis mañanas,
cómo desbocabas los ríos de mi alma, cómo
hacías erupción mis montañas.

Si un día hubieras observado mis largos senderos,
si en la vida hubieras observado mis noches estrelladas
y mis campos llenos de flores esperando ser cortadas.

Si aquel día te hubieras quedado a ver mis lluvias,
la forma en que mis ojos se llenaban de alegria,
cuando al verte la oscuridad se ocultaba.

Si en una ocación hubieras reído conmigo,
si las fuentes de tu amor sagrado hubieran tocado mis aguas,
cuando salí a la superfice para respirar tus ganas.

Si tu cielo infinito se hubiera abierto completo,
si la locura no te hubiera alcanzado, en esta noche
de estrellas fugaces nos estaríamos amando.

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