viernes, 22 de octubre de 2010

SI ALGÚN DÍA PUEDO

Ya no busco la chispa divina,
la luz de los ojos en la noche encendida,
ni la calidez de las manos,
ni la oscuridad de los enamorados.

Ya no busco en la imaginación,
ni en la realidad, ni en el calor,
ni en la lluvia tibia.

Ya no busco la palabra perfecta,
ni el consuelo, ni la alegría.

Ya no busco la mirada de consuelo,
ni la de éxtasis, ni el roce de la piel
al mediodía.

Ya no imagino el mundo perfecto,
ni el momento en que voltees la mirada,
ya no busco la sonrisa, ya no busco nada.

Ya se acabaron los pasos sigilosos,
la búsqueda interminable de 500 días,
el incesante galope del pasado,
las nubes que cubrieron la memoria.

Ya no quiero ni la rosa ni el velero,
ni la prosa que confunda los sentidos,
ni la novia, ni la esposa,
ni el descanso, ni la muerte presurosa.

Solo quiero la paz de las montañas,
la certeza de la mente iluminada,
el dulce sabor de la victoria,
el gozo sutil de la gloria.

1 comentario:

SANDRA VIDAL dijo...

Un poema así , con esa misma intención anduvo rondando en mi cabeza hace tiempo, pero no se concretó, fue cambiando y se convirtió en otro u otros, ¿te habrá pasado quizás algo así? Los poemas no son nuestros vagan como nubes en nuestra mente y siempre se van, a veces los atrapamos por instantes y es cuando surge el poema, otras veces rondan por cabezas ajenas y luego nos encontramos leyéndolos.