Como quise a tu bufanda negra
que guardaba tu aroma,
aquella que no apartaba de mi cara
cuando se quedó en mi auto.
No sabes cuanto me gustaba
el olor de tu cuarto,
mezcla de madera, incienso
y tu cabello mojado.
Como me encantaba el suéter rojo
que no apartabas de tu lado,
que enmarcaba tu figura
y me desesperaba por quitártelo.
Como recuerdo el pantalón negro
que te quedaba entallado,
aquella noche de fiesta
en un sótano solitario.
Cuanto recuerdo todo
lo que he pasado a tu lado
y lo que daría para no saber
que ha terminado.
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