LO QUE ME GUSTA

Lo que me gusta de ti es que no eres presa fácil,
llegar a ti exige un poco más que aliento de maratonista y paciencia de Buda.

Lo que me gusta de ti es el grado de tus exigencias
encontrar la respuesta al acertijo en el libro blanco de tu cabecera.

Contigo no hay sexo fácil y eso no se encuentra muy a menudo en estos días.
Llevarte a la cama es un acto supremo de diciplina intelectual y literaria.

Lo que me gusta de ti es el constante recuerdo de ser alguien,
de llevar siempre un jabón para las manos y un verso nuevo para meditarlo.

Lo que me gusta de ti es el alma vieja que llevas a cuestas,
tan pesada para dejarla, tan sabia para no compartirla con la ciencia.

Lo que me gusta de ti se encuentra guardado en los arcanos invisibles de Andrómeda,
lejano como el tiempo e inexplicable como la magia de Grecia.

Lo que me gusta de ti, en resumen, es la parte de mí que se supera, y el deseo de convertirme en el ser supremo que esperas.

Lo que me gusta de ti es lo que vive en mí, lo que sembraste en mí en una tarde otoñal cundo el sol se ocultaba en la pradera.

Gracias a ti por mí, por mi alma renovada, por la lucha de ti, por luchar por ti.
Por hacerme difícil lo que es fácil, por conectarme con la madre tierra.

Una oda para ti que descubriste el diamante enterrado en la caverna y que hiciste de mis días más tristes una suprema prueba,

de confirmar que no hubo nada mejor que le ocurriera a mi ser, que conocerte en aquella noche de luna nueva.