miércoles, 19 de agosto de 2009

MI VIDA

Caminando solitario entre las calles
de esta ciudad donde nos encontramos,
he sentido tu presencia de cristales
y la electricidad de nuestras manos.

Cuando la luz de la noche entra en mis pupilas
y los seres de luz me hablan de ti,
los minutos sin verte se hacen horas
y tu fragancia lejana viene a mí.

Reducto de tus besos son mis labios,
depositario de tu locura es mi cuerpo,
espacio de tus sueños más bellos
hechizos que jamás se llevará el viento.

Insondables tus lamentos me recuerdan
que has sido para mí un enigma
con tus viejos miedos se desgarran
las fibras latentes de mi vida.

En el eterno néctar de icontables dioses
has venido a mí para secar la herida
salvadora de muertes colosales
camino de flores marchitas.

En tus ojos viviré eternamente,
como grietas curtidas en la roca
con la luz de tu sonrisa vehemente
como la lejana luz de una alcoba.

No hay comentarios.: